Breve Informativo sobre el COVID-19 de las últimas noticias locales, nacionales e internacionales sobre el COVID-19, relevantes para la comunidad latina de Oregon.
El Estudio de Anticuerpos de Oregon planea responder a grandes preguntas sobre COVID-19. OPB reporta. Los laboratorios de enfermedades infecciosas de Oregon comenzaron a desarrollar pruebas para identificar a las personas contagiadas de COVID-19, desde que se descubrió el primer caso de coronavirus en el estado. Pues les quedó claro que el gobierno federal solamente proporcionaría un número limitado de ellas, por lo que era urgente elaborar sus propias pruebas.
Al mismo tiempo, un equipo del laboratorio genómico de Providence Health Care Services, comenzó a desarrollar una prueba para identificar a las personas que se enfermaron de COVID-19, y luego se recuperaron, una prueba de anticuerpos, también llamada prueba de serología. Estas pruebas pueden ser de mucha ayuda para tener un estimado de las personas contagiadas, ayudar a saber cuántos fueron asintomáticos, pues hay quienes no presentaron síntomas de estar enfermos, o simplemente no fueron diagnosticados con este nuevo virus. Si se tiene una buena estimación de los casos de COVID-19, esto ayudaría a los epidemiólogos y especialistas de enfermedades, a calcular cuántos casos en total hay en diferentes áreas, y cuánto necesitan prepararse. Ademas, ayudaría a saber si los trabajadores de salud han sido infectados, y si son inmunes al virus.
De igual manera, y más allá del sistema de atención médico, permitiría que las personas que se realizan la prueba se enteren si tienen inmunidad al coronavirus, y puedan regresar al trabajo y a la escuela. Pero, antes de entregar “pasaportes de inmunidad” hay más que se necesita saber, dijo el Dr. Carlo Bifulco, patólogo y director médico del laboratorio de genómica de Providence.
La prueba en la que Providence trabajaba casi estaba lista desde hace dos semanas, pero se necesitaba una manera de implementarla. El laboratorio de oncología de Providence estudia la forma en que las células cancerosas evitan nuestros sistemas inmunológicos, y las pruebas de aerología podrían ser una manera de aprender un poco más, de cómo los sistemas inmunológicos están respondiendo al COVID-19. A partir de que se sepa e identifique a los trabajadores de salud que han sido expuestos al virus en el pasado, se puede aprender mucho sobre cómo responden sus cuerpos al virus, y esto además, puede ayudar a diseñar una vacuna contra el coronavirus, dijo el Dr. Rom Leidner, un oncólogo de Providence.
Leidner, propuso un estudio: realizar una encuesta serológica masiva y voluntaria de trabajadores de salud en Providence. Su equipo trabaja las 24 horas del día, con el Dr. Bifulco para diseñar el estudio, que haría encuestas a la mayor cantidad posible de trabajadores de salud cada dos semanas, y trataría de identificar a las personas que han sido infectadas, y han desarrollado inmunidad ante el coronavirus. Al hacerles pruebas repetidamente a las mismas personas, esperan ver como progresaba esta inmunidad y cuánto duraba: dos grandes preguntas sin respuestas sobre el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Las pruebas negativas también sirven. Si las personas primero dieron negativo y luego dieron positivo, podría ayudar a aprender qué tan rápido se esta propagando el virus, y a rastrear casos leves o asintomáticos. En sólo una semana se obtuvo este estudio, pues trabajaron sin parar. Normalmente llevaría meses organizarse para realizar un estudio como este.
Leidner, mencionó que son tiempos extraordinarios en donde no se tiene la capacidad de hacer esto de una manera metódica como normalmente se haría. Nunca lo habrían ejecutado de la manera que lo hicieron. Aunque en la actualidad se están realizando otros estudios de anticuerpos, Leidner y Bifulco creen que este es el primer estudio que evalúa regularmente a los trabajadores durante un largo período de tiempo. “Escribir el diseño del estudio, obtener la aprobación institucional, descubrir cómo comunicarse de forma segura y encriptada. Ha sido inspirador ver a todos inscribirse y trabajar sin parar para que esto suceda”, dijo Leidner.
Antes que publicarán un comunicado de prensa, la respuesta de los trabajadores de salud fue enorme. “Tuvimos más de mil personas inscritas en las primeras 48 horas, sólo avisando de persona a persona”, también comentó Leidner. Al final de la semana habían evaluado a más de 1,700 personas, y ese número continúa aumentando. Por lo que han implementado su estudio en un segundo hospital de Providence en el área y planean expandirse a toda la red de hospitales que opera en siete estados del país. Eventualmente, esperan colaborar con otros proveedores de atención médica.
Con una encuesta tan amplia como ésta se podrá identificar a las personas que son inmunes al coronavirus, dijo Leidner. Lo que no sólo nos informaría para tomar decisiones sobre el despliegue de los trabajadores de salud, y los limitados suministros médicos de equipos de protección personal, sino que además, los médicos podrían utilizar la sangre extraída de las personas con inmunidad para tratar a pacientes muy enfermos, con la llamada “terapia de suero”.
Aún hay muchas preguntas de suma importancia sobre el coronavirus que deben ser respondidas antes de que las pruebas serológicas puedan usarse con el público en general, y determinar quien es inmune y quién no. La pregunta más grande de todas y la más urgente: ¿pueden las personas infectadas con el nuevo coronavirus contraerlo por segunda vez? La organización Mundial de la Salud, dijo que esto aún no esta claro. Existen cientos de casos creíbles y documentados de personas que parecían haberse recuperado del coronavirus y después se volvieron a enfermar con este nuevo virus.
Investigadores surcoreanos que identificaron a 140 de estos casos dicen que es poco probable que las personas se vuelvan a infectar. Creen que lo más probable es que el virus nunca abandone su cuerpo y regrese, o que las pruebas que indicaron que se recuperaron en realidad eran falsos negativos: porque en tenían COVID-19 pero las pruebas no pudieron detectarlo. A pesar de esto, no se puede descartar la posibilidad de reinfección. La mayoría de las veces que alguien se enferma, su cuerpo responde de dos maneras. Primero, su sistema inmune con el que usted nació responde, lo que causa síntomas como fiebres y dolores corporales. El sistema inmunológico produce células que se mueven alrededor de su cuerpo comiendo cualquier bacteria o virus que encuentre. Entonces es cuando su sistema inmunológico adaptativo responde. Se tarda aproximadamente una semana en aumentar su respuesta. Pero, es capaz de identificar diferentes virus y producir anticuerpos, que señalan los gérmenes que se destruirán. Es su sistema inmunológico quien responde cuando recibe una vacuna y se vuelve inmune a lo que sea que haya sido vacunado. La gran mayoría de las infecciones hacen que su sistema inmunológico comience a trabajar para detenerlas. Pero, algunos sistemas inmunológicos no lo hacen.
Un estudio de pacientes con coronavirus que se recuperaron en China examinó su suero sanguíneo, y descubrieron que algunas personas tenían una respuesta fuerte de parte de su sistema inmunológico al COVID-19, mientras que otras no tenían una gran respuesta. “Es posible que tuvieran una respuesta (innata) tan fuerte que nunca tuvieron una respuesta inmune adaptativa”, dijo Bilfulco. En ese caso, podrían no volverse inmunes y tampoco aparecer en las pruebas de anticuerpos. Es importante tener en cuenta que este estudio no ha sido revisado por otros científicos, que seguramente buscarán fallas en el diseño del estudio. Incluso si todas las personas infectadas con el coronavirus desarrollan inmunidad, no existe garantía de que sean inmunes el resto de sus vidas.
En general, después de una infección como esta, se es inmune durante al menos un año, y la inmunidad disminuye a medida que pasa el tiempo. Al termino de ese año, podría enfermar nuevamente, pero podría enfermarse menos y tan fuerte como la vez anterior. Aveces el virus o la bacteria pueden llegar a mutar tan rápidamente que usted puede llegar a infectarse otra vez, y su sistema inmunológico podría hacer un pobre trabajo al tratar de atacar a la enfermedad nuevamente. Es por eso que se necesita una vacuna anual contra la gripe, para tener en cuenta las diferentes cepas del virus en evolución que podrían estar circulando en el organismo de las personas. Al evaluar a las personas que actualmente están sanas, y continuar haciéndoles más pruebas, Bifulco y Leidner esperan que su estudio ayude a determinar que tan fuerte es la respuesta inmunológica de los humanos al nuevo coronavirus y cuantas no tienen ninguna respuesta de su sistema inmunológico ante el COVID-19.
Vacuna para el COVID-19:
El trabajo que está haciendo el equipo de Leidner podría producir resultados más allá de solamente las pruebas de anticuerpos, que servirían para identificar inmunidad al nuevo coronavirus. También hay docenas de organizaciones que se encuentran trabajando alrededor del mundo en el desarrollo de posibles vacunas para el COVID-19. Más de 60 están trabajando en una posible vacuna, según la Organización Mundial de la Salud, y varias organizaciones están probando los ensayos de estas vacunas en humanos.
Leidner dice que su experiencia como investigador de cáncer, le ha dado las herramientas y experiencia para trabajar en una nueva vacuna contra el coronavirus.
“Durante décadas hemos estado trabajando en una vacuna contra el cáncer”, dijo Leidner. “La idea es utilizar al sistema inmunológico para que reconozca que el cáncer es algo extraño y entrenarlo para que lo destruya”.
Los tratamientos para combatir el cáncer han evolucionado alrededor de esta idea. Durante décadas, los médicos trataron algunos tumores infectándolos con bacterias. El sistema inmunológico podría reconocer que algo estaba mal y enviaría a las células a atacar el cáncer.
Desde la década de los 1970’s, la inmunoterapia ha sido una parte crucial de la investigación y tratamiento del cáncer. Algunas inmunoterapias trabajan atacando directamente al sistema inmunológico, deteniendo los “puntos de control” que actúan como rupturas en el sistema inmunológico. Otros tipos de terapias inmunes utilizan citocinas, que son “moléculas mensajeras” que ayudan a las células inmunes a responder a las infecciones.
Finalmente, hay vacunas para el cáncer. El reto en desarrollo es crear vacunas contra el cáncer, dijo Leidner, “es que las células cancerosas son más o menos como sus propias células, con excepción de que crecen sin control. Por lo que su objetivo es sólo un poco diferente”.
El equipo de Leidner está trabajando en algo llamado vacuna de ADN. Las vacunas genéticas, hechas de ADN y ARN, están a la vanguardia de la tecnología de vacunas. Es tan nueva esta tecnología que nunca ha sido aprobada, por lo que no hay garantía de que funcione. Pero, los investigadores están entusiasmados: porque una gran ventaja es que este tipo de vacunas pueden fabricarse más rápidamente que las vacunas tradicionales, una vez que se ha encontrado una que funciona.
La vacuna que está siendo creada por Providence-Oregon aún no está en prueba. Ni siquiera ha sido aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos. Pero, Leidner dice que ya están comenzando a producirla, pero si obtienen la aprobación de la FDA, estarán listos en poco tiempo para comenzar con su primera tanda de ensayos de estas pruebas.
Si desea leer todo el artículo en inglés puede ir a: https://bit.ly/2VnNgHl
Redacción | Ivonne Rivero y Gloria Sánchez-Keeth |
Edición | Gloria Sánchez-Keeth |
Producción | Ivonne Rivero y Gloria Sánchez-Keeth |